El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) propone desde el día 20 de mayo una aproximación a la sociedad y la cultura íbera a través de la moneda y de un conjunto de objetos arqueológicos que hablan de una sociedad guerrera y muestran quiénes eran sus dioses, sus mitos y sus gobernantes.
El conocimiento de la moneda llegó a las poblaciones íberas que vivían en la franja litoral nordeste de la Península a partir del siglo V aC, gracias a las relaciones comerciales que mantenían con los mercaderes griegos y fenicios.
Inicialmente, los íberos las usaban como simples objetos exóticos de lujo y, sólo más tarde, durante la Segunda Guerra Púnica, que enfrentó a los romanos y a los cartagineses, adoptaron la moneda como medio de pago.
En muchos casos, las monedas y sus inscripciones son el único testigo que queda de algunas de sus ciudades y de los magistrados que las gobernaron.
La iconografía y las inscripciones en el alfabeto ibérico que aparecen en las monedas que acuñaron permiten conocer aspectos diversos de esta cultura y son una de las bases más firmes para aproximarse a la desaparecida lengua ibérica, que, como ha recordado Campo, “hoy podemos leer pero no entender”.
La economía de las ciudades ibéricas y celtibéricas comenzó a monetizarse con una mayor intensidad a partir de mediados del siglo II aC, y el dominio romano contribuyó a potenciar este desarrollo, ya que Roma introdujo la producción de este territorio en una economía de mayor escala.
Hacia mediados del siglo II aC, todas las ciudades ibéricas levantinas que emitieron moneda adoptaron para sus unidades mayores de bronce unos diseños bastante similares: en el anverso una cabeza masculina, desnuda o con diadema, y en el reverso un jinete con escudo y lanza o palma, mientras que las ciudades íberas del sureste adoptaron una mayor diversidad de diseños.
En el recorrido expositivo se pueden contemplar dracmas de Arse (300-218 aC), fracciones inéditas de dracmas de finales del siglo III AC de ceca incierta, dracmas de Orose, Etokisa, Bastokisa, un denarios y didracmas de Roma (siglo III aC), shekeles hispano-cartagineses (siglo III aC), un cuarto de Malaca, una mitad de Ebusus, un As de Valentia.
Para conocer más: MNAC
No hay comentarios:
Publicar un comentario